Los bomberos de Palma retiraron ayer la pieza del pináculo
principal de la iglesia de Santa Eulàlia, que quedó suspendida a
causa del vendaval del lunes. La operación comenzó sobre las 12.00
horas y fue complicada, aunque más fácil de lo que se esperaba.
Esta parte del pináculo, de 1,5 metros de altura, y unos 350 kilos
de peso aprisionaba también una piedra desprendida, de unos 40
kilos, contra el muro de la cúpula.
Una gran grúa subió a dos bomberos y un técnico en canasta hasta
la cúpula, a unos 58 metros de altura. Primero se bajó la piedra y
a continuación se volvió a subir para continuar las labores de
aseguramiento de la parte de pináculo desprendida. Esta pieza fue
enganchada a la canasta. Una vez asegurada, y equilibrada la
canasta para evitar su vuelco, se procedió a cortar con tronzadora
la unión de acero del pináculo con la cúpula. En lo alto de la
cúpula, la velocidad del aire era de 34 kilómetros por hora.
En la plaza de Santa Eulàlia, decenas de personas seguían la
intervención de los bomberos, que fueron aplaudidos cuando el
pináculo fue bajado hasta el suelo, a las 13.00 horas. Después, los
bomberos subieron en dos ocasiones más para retirar dos pararrayos
y limpiar la cúpula de cascotes. A las 15.30 horas se dio por
finalizado el servicio, se reabrió la plaza al tráfico y a la
circulación normal de peatones. Las 11 viviendas que habían sido
desalojadas pudieron volver a ser ocupadas y cuatro negocios que
tuvieron que cerrar pudieron volver a abrir.
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