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Una vez en casa, los mallorquines que viajaban en eGrand Voyager tratan de pasar página y olvidar la experiencia vivida «lo más rápido posible».

El matrimonio formado por Joan Ensenyat y Daniela Benito era la decimoquinta vez que realizaba un crucero. Daniela explicó ayer que «el viaje había ido muy bien hasta el último día, pero creo que no tendríamos que haber salido del puerto, fue un error». «Dentro de lo que cabe, tuvimos mucha serenidad en el barco, pero fue horrible y ha sido la peor experiencia de nuestra vida», destacó Daniela, quien agregó: «Todavía estamos algo nerviosos, a mí me cuesta dormir y en la cama doy saltos, mi marido tiene una serenidad que es de admirar, pero por dentro también lo lleva mal». La mujer destaca que «en la agencia se han portado bien y éramos reacios a hacer una reclamación, porque mi marido es comerciante y no queremos hacer daño a nadie, pero la haremos para evitar que vuelva a suceder algo así».

En el mismo sentido se manifestó Javier Fernández, quien viajaba junto a su mujer y su hija. «Ahora estamos viendo lo grave que fue y afloran los sentimientos de impotencia», dijo Javier. Este pasajero mallorquín manifestó que «nos han dicho que nos devolverán el dinero o nos invitan a un crucero en mayo». Nosotros ya habíamos mirado un crucero por el Caribe en mayo para celebrar nuestro aniversario de boda, pero creo que nunca más», destacó.

Mateu Terrades y su mujer Consuelo residen en Andratx y también quieren «olvidar lo antes posible lo que pasó porque es una experiencia que no deseamos a nadie».