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EFE-HIGÚEY
Al menos 133 personas murieron ayer abrasadas en un incendio durante un motín en la cárcel de Higüey, 145 kilómetros al este de Santo Domingo, en la mayor tragedia penitenciaria de la historia de la República Dominicana. El siniestro se produjo en la madrugada por un enfrentamiento entre bandas rivales que se disputaban el control del penal.

Los incidentes se iniciaron en el pabellón «Vietnam» del recinto penitenciario cuando uno de los reclusos disparó repetidas veces contra un grupo de presos pertenecientes a una banda rival.

La Policía intervino, sofocó el enfrentamiento y trasladó a los heridos al hospital público de Higüey, aunque luego se produjo otra revuelta en la que se causó un incendio en el pabellón, mientras decenas de reos resultaron con heridas de bala, arma blanca, quemaduras o afectados por la inhalación de humo. Los reclusos incendiaron colchones utilizando como combustible un insecticida. Además, colocaron barreras a los candados del pabellón, lo que obligó a la policía a romper un barrote de una ventana por donde sacaron con vida a unos veinte reclusos.

La mayoría de heridos fueron trasladados desde Higüey a hospitales de Santo Domingo. José Pichardo, uno de los heridos trasladados a un hospital de la capital, dijo a la prensa que el enfrentamiento se originó tras una disputa por el control del pabellón entre presos nativos de Higüey y otro grupo enviado desde Santo Domingo. «Los presos de la capital dijeron que ellos eran de la ciudad y que iban a controlar la prisión porque nosotros somos del campo», aseguró Pichardo. El penal de Higüey albergaba en el momento del incendio 426 presos, de los que alrededor de 150 se encontraban en el pabellón incendiado.