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EFE-HOUSTON
Las autoridades federales de Estados Unidos investigan las causas de la explosión e incendio en una refinería de British Petroleum (BP) en Texas, y que causó un total de 15 muertos, pero ya han descartado la posibilidad de un sabotaje o un acto terrorista.

No obstante, las autoridades dijeron que investigarán de manera exhaustiva las causas del siniestro, que se cobró el miércoles la vida de 15 trabajadores y dejó más de un centenar de heridos, cinco de ellos graves.

La posibilidad de un acto terrorista se planteó poco después de la tragedia cuando dos grupos islamistas se responsabilizaron de la explosión, según informaron medios locales.

Agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, siglas en inglés) intensificarán las pesquisas, pero hasta ahora no se han encontrado pruebas de actividad criminal o terrorista, dijo el jueves su portavoz Al Triblle.

En esas tareas también participan equipos de la Junta de Investigaciones de Seguridad Química y la Administración de Seguridad y Salud Ocupacionales (OSHA, siglas en inglés). «Todos tratamos de conseguir respuestas acerca de lo que causó esto y sobre cómo impedir que ocurran otra vez accidentes de este tipo», dijo John Miles, administrador regional de OSHA.