El 061 intentó reanimar a la víctima, cuyo cadáver quedó tendido junto a su hotel. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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Las vacaciones soñadas que Francisca de Frías Notario, una turista madrileña del Imserso de 78 años, y su esposo, de 85, habían planificado en Mallorca se truncaron al mediodía de ayer cuando la pareja cruzó una calle delante de su hotel y un coche los arrolló. Ella murió casi en el acto y su marido resultó herido. El conductor se dio a la fuga y la policía ha montado un gran operativo de búsqueda. Minutos antes del mediodía Francisca y su marido atravesaron la carretera militar, a la altura del número 217. Se dirigían al Hotel Alejandría, donde se hospedaban con resto de turistas de su grupo, y de improviso irrumpió en aquel tramo recto un Seta Ibiza de color azul, con placas de matrícula IB-2923-DH. El conductor frenó violentamente y la mujer intentó llegar a la acera, pero debido a su edad y a la velocidad con la que circulaba el turismo no lo consiguió. El impacto más brutal se lo llevó ella, que salió despedida varios metros y quedó tendida sobre la calzada aparentemente muerta. Su esposo también sufrió un golpe, pero no fue tan grave.

Los equipos sanitarios del 061 intentaron reanimar a la señora, sin éxito, y trasladaron al varón herido hasta el hospital de Son Llàtzer, con pronóstico reservado. La Policía Local de Palma se hizo cargo de la investigación y la primera prioridad fue localizar al conductor fugado, para lo cual se pusieron en contacto con la Policía Local de Llucmajor, el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil. Las calles entre los términos de Palma y Llucmajor, cerca del Pont des Jueus, fue 'peinada' por los agentes, que sin embargo no hallaron ni rastro del vehículo. Poco después, los funcionarios policiales de Llucmajor lo localizaron en Son Verí Vell, abandonado y con las puertas abiertas en la calle Miquel Costa i Llobera.

En el interior del automóvil se encontraron varios enseres, pero no tenía el «puente» hecho. Lo que sí está claro es que el conductor divisó a la turista del Imserso cuando cruzaba la calle, ya que quedó una marca de 19 metros de frenada sobre el número 217 de la Carretera Militar. El matrimonio madrileño atravesaba por una zona donde no hay paso de cebra, frente al hotel Alejandría.