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Siete miembros de una red que se dedicaba a la venta de drogas en distintos puntos de Mallorca fueron juzgados ayer en la Audiencia Provincial de Palma por diversos delitos contra la salud pública. El juicio se iba a celebrar en principio contra ocho acusados, aunque uno de ellos está en rebeldía, mientras que a otros dos de los acusados se les retiraron los cargos y quedaron en libertad antes del juicio.

Tras una conformidad entre las partes, dos inculpados fueron condenados a cuatro años de cárcel y a una multa de 60.000 euros, mientras que a los tres restantes se les ha impuesto la pena de tres años de prisión y multas que oscilan entre los 1.800 y los 6.000 euros.

La desarticulación de esta red tuvo lugar a raíz de unas intervenciones telefónicas realizadas por la Guardia Civil a algunos de los sospechosos. Tres meses más tarde, el Cuerpo Nacional de Policía detuvo en el Port de Palma a Francisco Javier A.R., considerado el «cabecilla» del grupo, cuando desembarcaba del ferry procedente de Barcelona en un coche de lujo. La policía halló medio kilo de cocaína oculta en una riñonera y envuelta en celofán.

A otros dos acusados, Juan José S.M., alias «Juanjo» y Anastasio F.H., alias «Sito», se les intervinieron diversas cantidades de dinero en metálico y varios teléfonos móviles. En un registro efectuado posteriormente en el domicilio de uno de los inculpados, ubicado en la urbanización Sa Torre de Llucmajor, se intervinieron distintas partidas de hachís y marihuana por un peso de 981 gramos, cocaína, balanzas de precisión y útiles para la confección de papelinas.