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EFE-INDONESIA/PALMA
La ayuda internacional ya ha llegado a Indonesia aunque por el momento el mal tiempo y la falta de infraestructuras entorpecen la entrega del auxilio a los afectados por el terremoto del pasado lunes. Las islas de Nias y Similue, situadas al norte de la isla de Sumatra, son los territorios más afectados. «El terremoto ha afectado gravemente a las comunicaciones con las dos islas», informó ayer el Fondo de Naciones Unidos para la Infancia (UNICEF), que también se hizo eco del llamamiento a la comunidad internacional del gobernador de la provincia de Sumatra del Norte, Rizal Nurdin, para que envíe equipos médicos, medicinas, doctores y enfermeras a las zonas afectadas.

Nurdin también requirió al gobierno español el regreso del buque «Galicia», que zarpó del norte de Sumatra el pasado día 23 tras cumplir una operación de ayuda humanitaria de 45 días.

En Gunung Sitoli, la capital de Nias, donde había una población de unas 30.000 personas, el aire transporta el olor a muerte y llaman la atención los numerosos edificios derrumbados y dañados. Los desplazados se aglomeran en los espacios abiertos o en los hospitales, iglesias, mezquitas u otros centros religiosos que permanecen en pie.

Mientras, los equipos de rescate han recobrado al menos 330 cadáveres entre la devastación, pero se teme que el número final ascienda hasta las 2.000 personas. «Se ha informado de que en torno a un tercio de Gunung Sitoli, la mayor población de Nias, ha sufrido graves daños. Se calcula que más de 1.000 personas en la isla de Nias han perecido», comunicó la Cruz Roja Internacional.