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Sebastián Pol, el hombre que está siendo juzgado por 14 delitos sexuales a menores y que solicita la castración química, ya fue sometido a este mismo tratamiento durante 4 meses en 1990. Esta conclusión se extrae de los informes médicos realizados a Pol entre 1987 y 2000, y a los que ha tenido acceso el abogado del acusado en fechas recientes.

Entre esas fechas Pol estuvo preso en la cárcel de Palma y Herrera de la Mancha por otros 26 delitos similares. Los informes especifican que a principios de 1990 Pol solicitó a los médicos del centro una medicación para evitar su excitación sexual. En marzo de ese año, y hasta el mes de julio, se le suministró una pastilla diaria de Androcur, una medicación que se utiliza como método de castración química, y que tuvo el efecto de disminuir moderadamente su deseo sexual, aunque según su abogado, Juan Carlos Rebassa, su cliente recibió la medicación «creyendo que era bromuro».

Los informes también indican que Pol padece «graves alteraciones de la conducta sexual con presencia de desviaciones sexuales del tipo del fetichismo, exhibicionismo y búsqueda de relaciones sexuales con niñas», por lo que se recomienda su internamiento en un centro institucional. Estos informes contradicen así el testimonio de los peritos que declararon la semana pasada en el juicio contra Pol, y que indicaron que no padece ningún tipo de desviación sexual.

El juicio proseguirá hoy en la Audiencia Provincial.