Una vecina del Port de Pollença de 65 años de edad recibió una
paliza en la tarde noche del viernes de manos de su hijo, que
consiguió escapar antes de que llegaran la Policía Local y la
Guardia Civil.
Minutos antes de las 20.00 horas unos vecinos se pusieron en
contacto con la policía porque escuchaban gritos de auxilio en una
casa del Port. Varias patrullas acudieron sin demora hasta la
dirección señalada y se encontraron a la propietaria de la casa
lesionada y en estado de gran nerviosismo. Según contó, acababa de
ser apaleada por su hijo, que a continuación había escapado. Los
motivos que provocaron la brutal reacción del individuo no han
trascendido. Sea como fuere, el hombre empujó contra el suelo a su
madre, la pateó en todo el cuerpo y la insultó. La sexagenaria, muy
afectada psicológicamente por lo ocurrido, fue trasladada hasta un
centro médico, donde recibió los primeros auxilios. Presentaba
magulladuras y moratones, pero su estado no era grave.
De forma paralela, los agentes pusieron en marcha un dispositivo
para localizar al acusado, que está plenamente identificado. En las
primeras horas consiguió burlar el cerco, aunque no ha trascendido
si finalmente fue detenido. El varón es conocido tanto por la
policía como por la Guardia Civil. Hace un tiempo entró con un
hacha en un local porque tenía desavenencias económicas con un
vecino. Su carácter es extremadamente violento y en cuanto consume
bebidas alcohólicas se vuelve todavía más irascible.
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