La pistola del calibre doce intervenida por la Guardia Civil era de fabricación artesanal. Foto: JAVIER JIMÉNEZ

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La banda armada y muy peligrosa desarticulada en Palma buscaba a víctimas fáciles, además de adineradas. Recababan información sobre sus objetivos vigilando las casas que iban a asaltar o contactando con familiares, a los que sutilmente les sacaban datos de interés.

Tal y como ha ido adelantando Ultima Hora, los delincuentes comenzaron sus fechorías hace pocos días, y se estrenaron en un chalet de Bendinat. La dueña, una millonaria, consiguió activar la alarma y la banda escapó. Días después robaron 2.800 euros a un empresario al que sorprendieron en el garaje de su casa, en la calle Joan Maragall. Esa misma madrugada entraron en el Hotel Horizonte, de Portopí, y dieron una paliza al conserje de noche, al que dejaron encerrado en una oficina. Allí se apoderaron de unos 300 euros. Días después repitieron, esta vez en un lujoso chalet de Costa den Blanes. Amordazaron a los propietarios y al varón le propinaron varios golpes, para que abriera la caja fuerte. De nuevo saltó la alarma, y los implicados se dieron a la fuga.

La Policía Judicial de la Guardia Civil y los agentes de Palmanova se volcaron con el caso, ya que los delincuentes iban armados y actuaban casi a diario, y el día 16, por la mañana, 'cayó' Sebastián Francisco R.A., de 19 años. El joven confesó y ese mismo día, por la tarde, los especialistas de la Benemérita irrumpieron en un piso de Portopí donde la banda estaba ultimando su siguiente golpe. Fueron sorprendidos allí el guineano Calixto M.T., de 23 y considerado el 'cerebro' de la banda; el dominicano Héctor Emys N.L., de 18; así como dos menores, uno de 17 y otro de 14.

Éste último se hallaba fugado del centro de Es Pinaret. Ayer por la mañana fue apresada la última implicada: Irene N.M., de 18. En poder de la organización se hallaron numerosos guantes de látex (para no dejar huellas), una pistola real del calibre doce, pasamontañas, un cuchillo y documentación falsificada. Calitxo es un experto en artes marciales y él, al igual que los otros detenidos, se empleó con gran violencia con las víctimas, que quedaron atemorizadas. Los acusados residen en Palma y Calvià, y algunos cuentan con antecedentes. Como banda llevaban sólo unos días actuando, y ya habían cometido cuatro asaltos.