El fuego se declaró en la madrugada del 19 de marzo y arrasó 13.000 libros, 20 equipos informáticos y mobiliario.

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La Guardia Civil ha concluido la investigación sobre el incendio que devastó la biblioteca del instituto de Santanyí y a pesar de las arduas indagaciones que se han llevado a cabo durante un mes no ha sido posible determinar el origen del siniestro.

El informe elaborado por la Policía Científica, que consta de 40 folios, ha sido remitido ya al juzgado de Manacor que investiga lo ocurrido en Santanyí, según han confirmado en fuentes judiciales. Los agentes de la Policía Judicial se desplazaron al instituto y realizaron un amplio reportaje fotográfico de las dependencias siniestradas, que se incluye en el pliego de conclusiones. También tomaron muestras y analizaron restos. El estudio de la Benemérita sostiene que el estado de destrucción en la biblioteca y en el aula informática es tal, que es imposible determinar a ciencia cierta si se trató de un cortocircuito, de una causa fortuita o, también, de un fuego intencionado. Lo que sí ha quedado claro en la investigación es que el incendio se declaró en la planta baja, a la una de la madrugada del 19 de marzo, y que luego se fue extendiendo a otras áreas.

Las llamas devastaron un total de 13.000 libros, 20 equipos informáticos, sistemas de megafonía, eléctricos y mobiliario de oficina. Los daños se han cuantificado en 600.000 euros y serán costeados por la conselleria d'Educació, según adelantó el conseller Fiol cuando visitó el instituto afectado. Las cintas de seguridad no grabaron cómo había empezado el fuego, aunque un videoaficionado que filmaba una carrera de coches en el exterior recogió una detonación en la biblioteca. La grabación fue entregada por el testigo a la Policía Local, pero tras ser examinada a fondo no ha servido tampoco para demostrar nada.