El último vehículo robado el fin de semana apareció volcado y con daños en la carrocería. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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JAVIER JIMÉNEZ-GUILLEM PICÓ
La Policía Local de Artà está investigando el robo de coches de aquella localidad que luego son utilizados para efectuar carreras ilegales. El último caso se registró este fin de semana, y el vehículo apareció luego volcado en una finca de la carretera a la ermita de Betlem.

Los agentes llevan un tiempo tras los pasos del ladrón -o ladrones- y de momento no se han practicado detenciones. Lo más curioso es que los robos de coches se llevan a cabo siempre los sábados por la noche. Hace algunas semanas se contabilizaron tres casos y luego, quizás por la presión policial, los delincuentes dejaron de actuar. Este último fin de semana, empero, una furgoneta marca Citroën Berlingo fue sustraída cuando estaba estacionada cerca del bar La Almudaina, en Artà.

Se da la circunstancia de que el vehículo fue recuperado al día siguiente en perfecto estado, en las inmediaciones del Hotel San Salvador, pero el dueño no tenía otro juego de llaves y no pudo hacerse cargo de ella en aquel momento. Una grúa debía retirar la furgoneta de aquella calle, pero de forma inesperada el ladrón se adelantó y la volvió a robar. En esta segunda ocasión ya no hubo tanta suerte y el vehículo fue localizado en la carretera de la ermita de Betlem, volcado y con daños en la carrocería. La policía cree que fue utilizada en una carrera ilegal, y acabó en aquel sembrado tras salirse de la vía.

La inspección ocular no ha permitido localizar pistas o huellas. Los robos en la localidad han causado cierta alarma, pero lo que más preocupa a los investigadores es que se realicen carreras ilegales, ya que suponen un riesgo para lo conductores que circulan normalmente. En uno de los robos anteriores, cuando el vehículo fue recuperado se hallaron en su interior herramientas de una empresa de construcción, que no habían sido tocadas. Es decir, no les interesaba el contenido.

En las últimas horas también ha sido detenido en aquel pueblo un ciudadano alemán que, en estado ebrio, se enfrentó a varios agentes, según informaron en un juzgado de Manacor. El domingo, a eso de las siete y cuarto de la tarde, el extranjero comenzó a montar un escándalo en el bar del teatro municipal. Había consumido bebidas alcohólicas y se encontraba beodo. Una patrulla acudió al recinto y le llamó la atención. El alemán, sin embargo, siguió causando alboroto, con gritos y aspavientos.

Los agentes lo sacaron a la calle y le conminaron a que se identificara. El hombre continuó con su actitud poco colaboradora y a medida que se veía presionado fue poniéndose violento, hasta el extremo que llegó a empujar a los policías. Al final tuvo que ser reducido por la fuerza, y se hizo cargo de él la Guardia Civil. Ayer fue trasladado hasta los juzgados de Manacor y luego quedó en libertad.