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Un quinto joven ha sido detenido por la Guardia Civil en relación a la denuncia que interpuso una turista británica por una violación múltiple en el Port de Pollença.

Todos los acusados, sin embargo, sostienen que las relaciones sexuales fueron consentidas, mientras que la turista británica asegura que la llevaron por la fuerza a un portal y la forzaron sexualmente, uno a uno. La madre de la joven viajó ayer con ella desde Son Sant Joan a Birmingham. Su hermano declaró por la tarde a medios de comunicación de su país que «mi hermana ha vivido un infierno en Mallorca, ahora sólo queremos que se recupere del trauma».

El dueño de la discoteca donde la turista conoció a los supuestos agresores explicó ayer que el local no tenía ninguna relación con los hechos denunciados. Tal y como adelantó Ultima Hora, la veraneante y una amiga salieron el fin de semana de copas y estuvieron en algunos establecimientos nocturnos. Cuando la denunciante regresaba, de madrugada, a su hotel del Port de Pollença fue abordada por el grupo de individuos, que según ella la violó de forma repetida. Un juzgado de Inca instruye diligencias sobre el caso.