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Los 'correos' utilizados por los narcotraficantes son capaz de cualquier cosa. Incluso de jugarse la vida.

El pasado sábado la Guardia Civil reparó en una mujer dominicana que llegó en un vuelo a Son Sant Joan. Estaba inquieta y encajaba en el perfil de las «mulas», las personas usadas para introducir alijos en su cuerpo. Los agentes del aeropuerto la apartaron del resto de pasajeros y la sometieron a un examen radiológico, que confirmó que ocultaba en su cuerpo una gran cantidad de cuerpos extraños, en forma de bolas. Ana Emilia M.M., dominicana de 46 años, fue trasladada hasta el hospital de Son Dureta, donde los facultativos le suministraron laxantes para que pudiera evacuar toda esa sustancia.

En total, según confirmó ayer el portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil, la mujer expulsó setenta dátiles que contenían 847 gramos de cocaína. Los investigadores creen que los narcotraficantes estaban esperando a la dominicana en el aeropuerto, y que al ver que había sido interceptada por la Benemérita se esfumaron discretamente. Ahora, las pesquisas van dirigidas a localizar a los implicados en el viaje de Ana Emilia. La mujer está acusada de un delito contra la salud pública y ha pasado a disposición judicial.