El agente lesionado fue atendido en el Hospital de Manacor de sus heridas.

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A las 22.45 horas un vecino de la calle Jordi Sureda, en el extrarradio de Manacor, contactó con la Policía Local porque una 'mini moto' participaba en una carrera ilegal en aquella dirección. El comunicante temía que algún viandante o conductor resultara herido y una patrulla policial se desplazó hasta el barrio de sa Torre, para aclarar la situación.

En cuanto llegaron se encontraron con que, en efecto, un menor de 15 años circulaba en una 'mini moto' por la calle, lo que está prohibido. El zagal, al detectar a la policía, se dio a la fuga, pero fue interceptado al poco tiempo. Los agentes pretendían precintar el vehículo de dos ruedas, capaz de alcanzar 90 kilómetros por hora, y a partir de ese momento todo se complicó. Los padres, hermanos y otros familiares del menor salieron en su ayuda, así como algunos vecinos.

Los dos funcionarios, de repente, se vieron rodeados por ocho personas, muy exaltadas, que profirieron todo tipo de insultos contra ellos y se les encararon. Los dos policías, temiendo por su integridad, esgrimieron sus porras reglamentarias y se enfrentaron con aquel grupo. La tensión fue en aumento y degeneró en pelea. Uno de los contendientes arrojó una bicicleta contra el vehículo policial, que reventó la luna principal.

Otro arrojó una piedra de grandes dimensiones contra uno de los dos policías acorralados, que consiguió reaccionar a tiempo y se cubrió el rostro con las manos. Con ese movimiento instintivo evitó que la piedra le impactara en plena cara, lo que sin duda le habría provocado lesiones de consideración. Aún así, resultó lesionado en la extremidad, pero siguió manteniendo a los atacantes a raya, apoyado por su compañero. La patrulla pidió ayuda por la emisora y varios coches del Cuerpo Nacional de Policía se desplazaron hasta la calle Jordi Sureda. Numerosos vecinos habían bajado a la calle alarmados por los gritos de la trifulca y otros seguían la pelea desde las ventanas o balcones.