Eduardo es un delincuente argentino con gafe. Hace unas semanas
cayó a la cisterna de un bar al que había entrado a robar, y fue
rescatado del agua por la policía. En la madrugada de ayer
desvalijó una joyería en Porto Cristo y fue cazado cuando volvía a
por más botín.
El establecimiento asaltado está ubicado en la calle Mar y a eso
de las 3.00 horas un vecino escuchó unos ruidos sospechosos
procedentes de la calle. Se asomó al balcón y vio a dos individuos
golpeando con una piqueta el cristal blindado de la joyería. En el
extremo de la herramienta le habían colgado un trapo, para
amortiguar el ruido, pero los dos sospechosos no habían previsto el
insomnio del vecino, que rápidamente llamó a la policía. Eduardo y
su compinche, un inglés llamado Thomas, fracturaron el vidrio y se
apoderaron de colgantes, relojes, pendientes, pulseras y anillos. A
continuación se dirigieron a la casa del primero, ubicada muy cerca
de allí, y regresaron a por más. En ese intervalo, para su
desgracia, hizo acto de presencia la Unidad Territorial de Costas
(UTC), que buscó a los dos fugitivos y los localizó en el Paseo des
Riuet, cerca de Es Carreró. Llevaban encima parte del botín, y el
resto supuestamente se encontraba en el piso de Eduardo. El
argentino resultó herido en un brazo cuando introdujo las manos por
el cristal roto del escaparate, y muchas joyas quedaron
ensangrentadas.
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