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EFE-NUEVA ORLEANS
Las autoridades de EEUU están decididas a desalojar, por las buenas o por las malas, a quienes se resisten a irse de Nueva Orleans, debido al riesgo de que se convierta en un foco infeccioso tras el paso del ciclón 'Katrina', el día en que se confirmaron la muerte de cinco personas debido al cólera en los estados afectados por el huracán. «Esta gente no entiende que se está poniendo en una situación de riesgo», declaró el responsable de la policía Edwin Compass, quien se mostró decidido a evacuar como sea a las cerca de 10.000 personas que se empecinan en quedarse en sus casas pese a las malsanas condiciones que hay más de una semana después del paso del ciclón.

La policía cuenta con la autorización para recurrir a la fuerza, después de que el alcalde, Ray Nagin, anunciara en la noche del martes una nueva orden de evacuación obligatoria para todos los que hicieron oídos sordos a su primer mandato en ese sentido.

Hay informes no confirmados oficialmente que indican que al parecer se registraron tiroteos, pero no se tiene noticia de heridos ni de mayor alcance de estos incidentes.

Las autoridades y fuerzas de seguridad aseguran que se están haciendo progresos en seguridad y en la recuperación de infraestructuras, y que los niveles del agua que anegaba la ciudad ya han bajado considerablemente.

Mike McDaniel, responsable del Departamento de Calidad Ambiental de Luisiana, explicó que el agua contiene residuos de productos químicos, de gas natural y crudo, procedentes de numerosas fugas de infraestructuras dañadas.

A este tipo de contaminantes, hay que añadir pesticidas, bacterias y, sobre todo, los restos de cadáveres de personas y animales en estado de descomposición, que los equipos de rescate apartaban de su camino y dejaban a un lado durante varios días para centrarse en el rescate de supervivientes.