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El joven de 20 años que ha sido detenido por la Guardia Civil por su posible relación con el crimen del cocinero de Artà no ha colaborado con los investigadores e incluso ofreció resistencia a la hora de ser arrestado.

Tal y como adelantó Ultima Hora en su edición de ayer, la detención del joven se produjo como resultado de las intensas diligencias que está llevando a cabo la Policía Judicial. Algunos homosexuales y 'chaperos' de la zona, que conocían a Pedro Bonnín Fuster o habían mantenido relaciones con él, fueron interrogados por los agentes, pero ninguno como imputado. El lunes por la tarde el joven de 20 años fue localizado en la zona de Artà y lo que en principio debía ser una toma de declaración normal se convirtió en una detención. El muchacho adoptó una actitud muy sospechosa: se puso muy nervioso al ver a los funcionarios y se resistió con violencia a su detención. Luego se negó a colaborar y no quiso contestar a ninguna de las preguntas que le formulaban.

Ante este panorama, los investigadores comenzaron a albergar serias dudas sobre el papel de este joven en el macabro crimen. No se descarta que sepa detalles del asesinato y, por ende, se convertiría en encubridor. Lo que no parece es que se trate del autor material del crimen, si bien las fuentes consultadas indicaron que hay que ser muy prudentes.

Hoy por la mañana, a primera hora, está previsto que el acusado sea puesto a disposición del juzgado de instrucción número 1 de Manacor, que instruye las diligencias sobre este caso. Las pesquisas de la Benemérita continúan a buen ritmo y el cerco se está estrechando. Pedro Bonnín tenía 54 años y vivía solo en una caseta de campo de Artà, frente al cementerio. Se había separado hacía tres años, y tenía cuatro hijos. El asesino (o los asesinos) se ensañó con él y le destrozó la cabeza a golpes, tras apuñalarlo en casi todo el cuerpo.