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Techos llenos de moho y hongos, inodoros atascados, moscas, mala insonorización e incluso robos son algunos de los problemas a los que se tienen que enfrentar diariamente los cinco empleados del 061 que trabajan en el PAC de Santa Ponça. Desde hace algunos meses, los médicos y las enfermeras aseguran sentirse «indefensos» ante la falta de respuesta de la Gerencia del 061 y discriminados con respecto a los empleados del Centro de Salud, cuyas condiciones, aseguran, son mucho mejores. Los trabajadores del PAC disponen de una habitación específica donde pasar las guardias. Pero a pesar de que son cinco, no disponen de literas para todos y en ocasiones se ven obligados a ir hasta la sala de cursos pre-parto, donde descansan sobre las colchonetas que usan las futuras madres en los cursillos.

Las condiciones en la sala de estudios son muy precarias, con los techos llenos de moho, goteras y suciedad por las paredes. Además, en un documento escrito explican que el inodoro se atasca constantemente y nadie va a repararlo en semanas. El personal también denuncia varios robos, entre ellos el de un ordenador portátil, un teléfono móvil, dinero en efectivo, un televisor, un vídeo o un equipo de electroestimulación.

Ante estos hechos, los trabajadores afirman que han enviado «reiteradamente informes escritos y quejas verbales», a pesar de lo cual no han recibido respuesta. Los trabajadores proponen trasladar la base de operaciones al cuartel de la policía local de Calvià o al cuartel de bomberos de Santa Ponça.