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La historia que le ocurrió la pasada semana a un vecino de s'Arracó llamado Jaime Simó es digna de una de esas situaciones de cámara oculta, pero desafortunadamente para él no lo fue. El sábado día 17 acudió a un supermercado de Andratx y se compró unos zapatos por 29,95 euros. Al día siguiente Jaime cuenta que regresó al mismo super para realizar la compra, pero a partir de ahí se complicó la cosa, hasta el punto de que ha puesto una denuncia contra el establecimiento por daños, perjuicios y humillación y ha tenido que visitar al médico ya que padece una crisis de nervios.

Jaime Simó explica que cuando estaba pagando sonó la alarma antirrobo. La cajera le pidió que sacase los objetos de los bolsillos, pero la alarma volvió a sonar, así que la cajera llamó a la encargada. El denunciante indica que ésta lo miró de arriba a abajo y al ver los zapatos nuevos le pidió que se los quitase y los pusiera encima de la caja.

Jaime aceptó y en esta ocasión la alarma no pitó. Ante este hecho, el hombre dice que fue tratado «como un ladrón», por lo que pidió a la encargada que llamara a la Guardia Civil para aclarar los hechos. El hombre, «muy humillado porque estaba delante de toda la gente», dijo a la Guardia Civil que lo acompañase a su casa porque allí tenía el ticket de compra y la etiqueta de los zapatos. Los agentes comprobaron que era cierto y al volver al super la encargada se disculpó. No obstante, Jaime ha denunciado los hechos porque «ha sido una experiencia traumática».