TW
0

Curioso récord con dos días de diferencia. Un polaco de dos metros de altura y corpulencia portentosa lesionó el domingo a cuatro guardias civiles tras un accidente de tráfico cerca del aeropuerto de Palma. El martes se enfrentó con efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, y también contusionó a otros cuatro.

En el primer incidente el conductor del Este se estrelló con varios turismo en la rotonda de acceso a Son Sant Joan. Estaba muy alterado y cuando llegó el subsector de Tráfico se introdujo en la parte de atrás de uno de los vehículos y le gritó a la conductora que arrancara. La mujer se apeó lanzando alaridos y los agentes intentaron sacarlo del turismo. Cuando el gigante salió hizo gala de toda su fuerza, y arrolló al grupo de benemérito, que consiguió reducirlo a duras penas. Estaba tan excitado que lo custodiaron hasta son Llàtzer, donde los médicos le suministraron sedantes porque era difícil de contener. Cada brazo era de un tamaño intimidatorio y pese a su descomunal estatura se movía con agilidad. El extranjero, que al parecer reside en Mallorca, fue puesto a disposición judicial por atentado contra agentes de la autoridad. Quedó libre y dos días después, el martes, tuvo otro incidente, esta vez dentro del aeropuerto. Se encaró con cuatro policías, que al principio también se vieron desbordados por el poderío físico del polaco.