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El bombero mallorquín Joan Rosselló regresó en la madrugada del jueves al viernes a la Isla, después de pasar 10 días en Pakistán, donde ha colaborado activamente en las tareas de rescate de víctimas del terremoto que ha vivido ese país, y que ha causado 53.182 muertos y 75.146 heridos, según el último balance oficial hecho público ayer.

Rosselló estuvo en el terremoto de Turquía, en agosto de 1999, y en el de Argelia, en mayo de 2003, que se sintió en Balears, ya que las bruscas subidas y bajadas de mar provocaron cuantiosos daños en los puertos del archipiélago. El bombero mallorquín afirmó que el terremoto de Turquía «ha sido el más destructivo de los tres, así como en los otros quedaban edificios en pie, en éste estaba todo arrasado, había kilómetros y kilómetros sin ningún edificio en pie».

Rosselló, miembro de Bomberos sin Fronteras, y un grupo de voluntarios de distintos países han centrado su actuación en la zona de Bula Kot, «porque nos dijeron que estaba bastante castigada y no había llegado nadie allí cuando llegamos». «Pero nuestro trabajo ha sido sacar cadáveres, esta vez no hemos tenido suerte y no hemos encontrado supervivientes como en los otros terremotos», concretó Rosselló.