11/12/05 0:00
El pequeño Osayuwame, de tres meses de edad, murió el pasado miércoles en una casa de es Rafal. Esa misma mañana su madre Francisca lo había llevado a vacunar a un centro médico. Al poco de regresar a casa, el bebé comenzó a encontrarse un tanto adormilado y la madre decidió acostarlo en su cama, alrededor de las dos de la tarde. Cuando la madre regresó a la habitación tres horas después, su hijo había sufrido lo que los médicos denominan comúnmente muerte súbita, cuyas causas siguen siendo, hoy por hoy, un misterio.
Poco después de enterarse de la noticia, ella y su marido Antonio acompañaron a los padres del bebé, Francisca y Friday, a realizar todas las gestiones pertinentes al juzgado de guardia. Allí, Teresa se enteró de que los familiares, católicos practicantes, tenían la intención de enterrar a su hijo en Palma. Sin embargo, el seguro que tienen contratado no les cubre los gastos del sepelio en Mallorca, sino que contempla el transporte del féretro en avión hasta su país natal, aunque no los gastos de viaje de la familia.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.