El alijo, uno de los más importantes del año, fue expuesto ayer en la Comandancia palmesana. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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Las navidades blancas que planeaba una banda de narcotraficantes de Son Gotleu ennegrecieron el miércoles por la noche, cuando la Guardia Civil irrumpió por sorpresa en su piso. El 'regalo' que los agentes encontraron contenía siete kilos de cocaína. Y no lo había traído Papá Noël.

La «operación Olivera», tal y como la bautizó la Benemérita, nació el pasado mes de noviembre. A oídos de los agentes llegaron comentarios sobre una pareja de Son Gotleu que se dedicaba al narcotráfico a gran escala. Agustín H.M., de 26 años, y Sonia O.M., de 27, residían en un piso del número 45 de la calle Ferrer de Pallarés. Sin que advirtieran nada, fueron seguidos durante semanas y los investigadores del EDOA (Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga) fueron estrechando el cerco, de forma progresiva. Querían atrapar a todos los integrantes de la banda y les dieron margen para poder ir identificando a todas las piezas de la maquinaria.

El miércoles por la noche se abrió la veda. Con motivo de la proximidad de las fechas navideñas la organización había recibido un alijo de cocaína, que debía inundar Palmanova, Inca y Son Gotleu. Los agentes se apostaron discretamente en el exterior del edificio de esa última barriada palmesana y esperaron a que un tercer implicado -Bartolomé G.C., de 27- saliera a la calle.

Se abalanzaron sobre él sin darle tiempo a reaccionar y le arrebataron de las manos una bolsa de plástico que contenía 2.200 gramos de cocaína. La cuenta atrás había empezado y era preciso entrar en el piso antes de que la pareja descubriera que Bartolomé había caído. Los efectivos antidroga se las ingeniaron para que les abrieran la puerta y, con un mandamiento judicial de entrada y registro, procedieron a inspeccionar de forma exhaustiva la casa, palmo a palmo. Oculto en un mueble aparecieron 4.800 gramos más de cocaína. Fue la sentencia para Agustín -el supuesto cabecilla de la red- y su compañera, que fueron detenidos al instante.

En la «operación Olivera», una de las más exitosas del EDOA de los últimos meses, se han incautado también dos vehículos utilizados por los narcotraficantes, teléfonos móviles, dinero y diversa documentación, que está siendo analizada. Hay más implicados que serán detenidos en las próximas horas, por lo que la operación no está ni mucho menos cerrada.