«La solidaridad de estas buenas personas nos ha salvado la vida»
declara Friday, agradecido. El pasado día 7 de diciembre, su hijo
de dos meses Osayuwame falleció de forma repentina. Al margen del
trauma, los padres comprobaron con amargura que les resultaba
imposible pagar el billete para ir todos a Nigeria a enterrar a su
hijo.
Para ellos, la suerte apareció en el portal de al lado. Su
vecina Teresa se ofreció desde el primer momento para ayudarles en
todas las gestiones. En principio les acompañó a los juzgados para
facilitar los trámites del entierro. Luego, se le ocurrió la idea
de organizar una colecta en el barrio con el fin de recaudar el
dinero suficiente para que los padres pudiesen realizar el viaje
juntos y con sus dos pequeños hijos, puesto que el seguro sólo
cubría el viaje de uno de los familiares.
La respuesta fue inmediata, y en apenas cuatro días recaudaron
2.200 euros en diversos comercios.
Como contraste a su desgracia personal, los familiares
comprobaron la solidaridad de la barriada y de toda Palma, logrando
el objetivo de recaudar el dinero necesario.
Teresa cuenta, por ejemplo, cómo una mujer del Coll d'en Rabassa
que había leído la historia de la familia organizó por su cuenta
una colecta paralela en su barriada; o cómo, después de dar por
terminada la campaña, un hombre llegó a su casa y les donó 100
euros y un décimo de la lotería de Navidad.
Tras agradecer su esfuerzo a los vecinos de Es Rafal y de Palma,
los padres del pequeño esperan con ansia los resultados de la
autopsia definitiva, que aclarará dentro de varios meses las causas
de su hijo.
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