Como cada año por estas fechas la cárcel de Palma abre sus puertas
a un grupo de reclusos que se benefician de permisos navideños. En
esta ocasión son 176 los presos que ya están empezando a disfrutar
de salidas escalonadas del centro penitenciario.
Desde la prisión se ha propuesto al juzgado de Vigilancia
Penitenciaria la lista de reclusos que pueden salir por Navidad y
Año Nuevo, todos ellos en régimen de segundo grado. La cifra es
similar a la de años anteriores. Los reclusos elegidos han dado
muestras de estar reinsertados y han tenido una buena conducta. No
son, ni mucho menos, presos peligrosos. Muchos de ellos ya están
disfrutando de su estancia en familia, lejos del penal, y otros
saldrán en los próximos días. El plazo mínimo de los permisos es
tres días y el máximo, seis. Durante este tiempo la mayoría de
ellos tiene que presentarse a diario en el cuartel de la Guardia
Civil o comisaría más próxima para firmar un documento que acredita
que está localizable.
Los reclusos de permiso trabajan en talleres o en actividades
diversas dentro de la prisión y han superado continuos exámenes
psicológicos dentro del recinto penitenciario.
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