Los cadáveres del matrimonio canadiense, que acudió a la Riviera Maya a la boda de su hija.

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La policía del estado mexicano de Quintana Roo identificó a tres mujeres canadienses como las presuntas asesinas de un matrimonio de la misma nacionalidad en el hotel de la cadena mallorquina Barceló, informaron ayer en fuentes oficiales.

El fiscal de Quintana Roo, Bello Melchor Rodríguez, dijo en rueda de prensa que las tres mujeres huyeron a la ciudad canadiense de Toronto el lunes pasado.

El matrimonio formado por Janirice y Dominic Janerio, de 56 y 58 años, respectivamente, llegó al Caribe mexicano el pasado 16 de febrero acompañado por un grupo de personas para asistir a la boda de su hija Pamela, que se celebraría el 24 de febrero.

Sin embargo, el pasado lunes los cadáveres de los Janerio fueron hallados con signos de violencia brutal en el cuarto del hotel que ocupaban en la zona de la Riviera Maya, cercana al balneario de Cancún.

El fiscal Rodríguez dijo que las pruebas forenses llevadas a cabo en las diferentes áreas del hotel y en las habitaciones confirmaron que son tres mujeres las que presuntamente asesinaron al matrimonio Janeiro.

Dijo que se trata de King y Everald Arnorld y Martha Thompson, quienes presuntamente mataron a los Janerio cortándoles el cuello. El fiscal aseguró que se ha notificado el hecho a las autoridades consulares y a la Policía de Canadá, quienes ya están buscando a las tres fugitivas.

Las investigaciones en el hotel Barceló Maya Beach dieron como resultado que las tres mujeres se hospedaban en una habitación muy próxima a la que ocupaba la pareja asesinada, pero aún no se ha podido establecer el móvil del crimen, según el fiscal. Tampoco ha trascendido si se conocían con anterioridad tal y como parece. De hecho, la principal hipótesis es que el doble crimen se trató de un ajuste de cuentas. Lo que llama poderosamente la atención es la falta de seguridad en el complejo mallorquín de la cadena Barceló, porque las supuestas asesinas no rellenaron su ficha de cliente, sólo se limitaron a estampar una firma, según confirmó luego la policía.