La última y sorprendente noticia es la posible relación con el
asesinato de cuatro empleados del mismo hotel. Se trata de dos
camareros y dos guardias de seguridad privada, que se hallan en
paradero desconocido desde el mismo días del crimen. En las últimas
jornadas, la policía ha efectuado un gran despliegue en el hotel
esperando la hipotética llegada de alguno de los sospechosos.
Ninguno de estos nuevos implicados, de nacionalidad mexicana, ha
sido localizado hasta el momento por las autoridades.
De esta manera, se abre el abanico de la investigación, que al
principio estaba centrada en la 'pista canadiense' por la que dos
mujeres de esta nacionalidad serían las principales sospechosas del
caso. Asimismo, al cabo de varios días se relacionó a una tercera
mujer, también canadiense, en este caso.
El procurador de Justicia de Quintana Roo, Bello Melchor
Rodríguez y Carrillo, mantiene su tesis de que las principales
sospechosas por el crimen son estas dos mujeres, que la semana
pasada insistieron en su inocencia a través de una rueda de prensa
para evitar una futura extradición.
En playa del Carmen las reacciones a este doble homicidio se
suceden. La última, recogida por el diario local «Quintana Roo por
esto», fue la del obispo de la diócesis, Pedro Pablo Elizondo de
Cárdenas, que ha pedido más seguridad en la zona.
Por su parte, el medio local «Quequi» indicó que las
investigaciones corresponden fundamentalmente a la policía
mexicana, y que ésta recibe el apoyo puntual de la policía montada
canadiense. Las labores de la policía canadiense se están centrando
en entrevistar a los asistentes a la boda que se encontraban en el
hotel en el momento del crimen. Se trata de 50 personas, entre las
que se hallan algunos familiares de Annunziata y Domenico Ianeiro,
las víctimas de este doble crimen.
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