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El titular del Juzgado de lo Penal número cinco de Palma ha dictado la primera condena de cárcel en España -seis meses de prisión- contra una mujer por ejercer la prostitución callejera en Calvià. Es la primera condena por delito, y no por una falta como hasta ahora, contra una mujer, de origen nigeriano, por captar sus clientes en la vía pública. El fiscal solicitaba un año de cárcel para Bety A. por un delito de desobediencia grave a la autoridad, en un proceso judicial que se siguió dentro de la ordenanza municipal del Ajuntament de Calvià, vigente desde el verano de 2004 y concebida para acabar con la prostitución en los núcleos turísticos.

La ordenanza prohíbe la utilización de la vía pública o espacios públicos del municipio para la captación de clientes sexuales, con el fin de reducir la inseguridad ciudadana en las calles.

La sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal recogió lo argumentos esgrimidos por el letrado Salvador Perera, que ha ejercido la acusación particular en nombre del Ajuntament de Calvià.

La prostituta condenada fue denunciada en numerosas ocasiones por agentes de la Policía Local por incumplir la ordenanza municipal. Ello motivó que el Ajuntament dictara un Decreto de Alcaldía por el que se le apercibió expresa y personalmente que si persistía en su actitud incurriría en un delito de desobediencia grave a la autoridad.

La mujer ahora condenada, haciendo caso omiso de la advertencia, desatendió la prohibición en varias ocasiones. Por ello, fue trasladada a las dependencias policiales y posteriormente a presencia judicial. Hasta ahora, se habían producido 11 sentencias condenatorias en juicios de faltas contra prostitutas, siempre por desobediencia a la autoridad judicial, siempre instados por el Ajuntament de Calvià.