TW
0

Tres hombres encapuchados secuestraron el lunes en la localidad murciana de Torre Pacheco a un niño de doce años al que liberaron horas más tarde, entrada la madrugada, en buen estado, después de que su padre les entregara 50.000 euros de rescate.

La Guardia Civil ha detenido al dueño de una furgoneta en la que los captores se llevaron al pequeño, al que el menor ha reconocido como uno de los autores del secuestro, y mantiene abierta la investigación para arrestar a los demás.

Los hechos ocurrieron hacia el mediodía del lunes en la mercantil «Estructuras y Ferrallas el Molino», una empresa de 52 trabajadores de cuyo interior se llevaron al niño al no encontrar un sobre con dinero.

El padre del menor, Antonio Hernández Cuevas, explicó ayer que al menos dos de los encapuchados eran marroquíes, hablaban entre ellos en su idioma «y llevaban machetes».

Los secuestradores entraron en la oficina, de la que él acababa de salir, en busca de un sobre de color marrón en el que Hernández llevaba 20.000 euros para pagar las nóminas de los empleados y, al no encontrar el dinero, maniataron a su esposa y se llevaron al pequeño, que estaba allí porque se encontraba mal y no había ido al colegio.

Los captores, que se habían llevado el teléfono móvil de Hernández, le llamaron y le exigieron «el sobre marrón» a cambio del niño; «si no, lo matamos», le dijeron. Durante la conversación, aseguró a los secuestradores que el «sobre marrón» contenía 20.000 euros y oyó «una voz que decía que llevaba 100.000, a lo que contesté que no tenía más».

Las llamadas se repitieron en «seis o siete» ocasiones, en varias de las cuales pudo hablar con su hijo, quien al principio estaba nervioso, «pero luego se tranquilizó y me dijo que estuviera tranquilo, que sólo querían el dinero», relató el empresario, quien comentó que a su hijo «lo trataron bien y le dieron de comer y beber».

Tras reunir 50.000 euros con ayuda de amigos y del alcalde de Torre Pacheco, Daniel García Madrid, Hernández, quien pidió a la Guardia Civil que no interviniera, acudió a la pedanía murciana de Avileses sobre las 03:00 horas y dejó el dinero, dentro del sobre marrón, en un descampado. Dos horas después, los secuestradores liberaron a su hijo en otro descampado de la misma pedanía, donde él aguardaba en su coche, al que el niño llegó andando.

El empresario dijo que le preocupa el trauma y las secuelas que puedan quedar por el secuestro al menor, que ha sido atendido por un psicólogo de la Guardia Civil, y agregó que su esposa «está fatal».