El suceso provocó el pánico entre la clientela del bar, y muchos de los que se encontraban en el establecimiento salieron a la calle o incluso se tiraron al suelo, temiendo que pudiese haber más disparos.
Todo comenzó sobre las 11.00 horas. Uno de los camareros, que lleva apenas dos semanas trabajando en el local, explicó que dos hombres comenzaron a pelearse en plena calle y junto a una furgoneta, apenas a unos 15 metros de la entrada del bar, ubicado en la esquina de las calles Sant Leandre y Antoni Rosselló i Nadal.
La discusión acabó y uno de los protagonistas, conocido como el «Lolo», entró en el bar a pedir una consumición. Sin embargo, a los pocos minutos regresó el otro protagonista de la riña, apodado «el Sevilla».
Éste entró en el bar armado con una pistola y, sin mediar palabra, disparó un tiro al techo. El «Lolo» salió corriendo por otra puerta del bar seguido por el hombre armado. No obstante, varios testigos aseguran que no realizó ningún disparo más y siguió caminando por la calle Sant Leandre.
A partir de ese momento, los clientes comenzaron a recuperarse poco a poco del susto. Tras el miedo llegó la curiosidad, y algunos de los presentes observaron que la bala había golpeado al techo y luego había rebotado hacia una botella de vino de los estantes del bar, haciéndola estallar en mil pedazos.
Uno de los camareros recordaba los hechos conmocionado, con la camisa manchada por el vino de la botella rota y un enorme lamparón de café. También una camarera permaneció sentada un largo rato, muy afectada por lo sucedido, mientras varias unidades de la policía se desplazaron al lugar y comenzaron a interrogar a los presentes.
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