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Ni rastro de los diamantes, el oro y las piedras preciosas que tres atracadores profesionales robaron el viernes en una joyería de Portals, en el 'golpe' más sonado del año.

La Guardia Civil ha recuperado el BMW gris que los hampones utilizaron para huir, pero en realidad se trataba de un 'cebo', porque lo dejaron abandonado muy cerca de Portals y se subieron a otro vehículo, con lo que consiguieron despistar por completo a los investigadores. Otro detalle que ha trascendido es que los tres individuos, de tez muy morena pero no negros, se dirigieron al empleado griego de la joyería en un inglés defectuoso. Iban bien vestidos, tocados con gorras de béisbol, y antes de desvalijar «Tritón» pasaron junto a la Joyería Alemana, que según los investigadores podría ser en realidad el objetivo que buscaban. Sin embargo, la encargada acababa de cerrar el negocio y el trío, entonces, se encaminó a la otra joyería. Entraron tranquilamente, sacaron una pistola y encañonaron al trabajador con sangre fría. Le indicaron que se arrojara al suelo y mientras uno de ellos le apuntaba en el cuello, los otros dos desvalijaban los mostradores. Dejaron relojes y otras piezas menos valiosas y se centraron en los diamantes y el oro.

En dos minutos toda había acabado. Antes le pidieron al griego que abriera la caja fuerte, pero aquel les explicó, muy nervioso, que él no tenía la combinación. No insistieron y se marcharon en dirección al BMW que habían aparcado en las inmediaciones. El botín lo cargaron en varias mochilas. Los investigadores barajan dos hipótesis: que los autores sean del Este o árabes y no creen que ya estén fuera de la isla. Otra cosa son las 200 piezas sustraídas, que ya podrían estar comprometidas con receptadores millonarios. La Policía Judicial sigue volcada en el caso y trabaja día y noche.