Los bomberos actuaron con equipos de oxígeno y trajes especiales, ya que existía riesgo de una gran deflagración. Foto: MICHELS

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Un gran escape de gas propano disparó ayer por la mañana todas las alarmas en las inmediaciones de Marineland, en Calvià. Un tramo de la carretera Palmanova-Portals fue cortado al tráfico, se alejó a los turistas que caminaban por el paseo de Calvià y se adoptaron medidas contundentes para evitar una potente deflagración. Al final todo quedó en un susto y, ya por la tarde, se recuperó la normalidad absoluta.

Poco después de las ocho y media de la mañana unos operarios que trabajaban en una arqueta perforaron con un berbiquí, y por error, una tubería nodriza por la que fluía el gas propano que abastece a Son Caliu y otras zonas próximas. De inmediato, los trabajadores de Telefónica se dieron cuenta del accidente y por el agujero comenzó a salir una cantidad preocupante de gas, con una presión aproximada de un kilo.

Los encargados dieron la voz de alarma y el centro de emergencias del 112 coordinó el dispositivo de emergencias, en el que participaron bomberos del parque de Santa Ponça, Policía Local de Calvià y Guardia Civil.

Los funcionarios que se acercaron a aquel tramo constataron que la situación era ciertamente peligrosa y decidieron cortar al tráfico la circulación, entre la rotonda de Punta Negra y las instalaciones de Marineland. El día había amanecido caluroso, con un sol espléndido, y eran muchos los turistas que paseaban por la zona. Algunos de ellos se acercaron a la zanja atraídos por las sirenas de los equipos de emergencia, y fueron rápidamente evacuados por la policía.