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JUAN POYATOS
«Mi hijo es el niño más valiente del mundo. Toni demostró un valor increíble. Cuando sus primos vinieron corriendo a decirme que el niño se había caído, no imaginábamos el terrible espectáculo que nos íbamos a encontrar. La mano estaba totalmente seccionada y a cierta distancia de Toni, pero ocurrió algo increíble, mi hijo se levantó y, ayudado por toda su familia, caminó hasta el PAC de Muro. Aunque lo más increíble es que mientras todos estábamos totalmente aterrorizados, él nos daba ánimos. Toni me decía, tranquila mamá, saldré de ésta». Así explicaba ayer Isabel Ramis a Ultima Hora la terrible experiencia que sufrieron el pasado sábado por la noche, cuando su hijo perdió una mano al caer una parte de una estatua sobre su muñeca izquierda.

El coraje de Toni viene sin duda de familia, ya que su madre mostraba ayer una entereza ejemplar, explicando con calma y resignación todo lo sucedido. Isabel explicó que cenaban en la terraza de un restaurante de Muro cuando sucedió lo inimaginable.

Toni, jugando con sus primos, se había subido a una estatua de la plaza Constitución, cuando una parte de la figura de piedra se desplomó sobre el niño, con tan mala fortuna que la enorme piedra cortó límpiamente la mano de Toni. Toda la familia, naturales del pueblo vecino de sa Pobla, acudió al instante al lugar y atendieron al pequeño inmediatamente, que no se desmayó, no lloró y además se dedicaba a tranquilizar a todos. Sin saber muy bien que hacer en los primeros instantes, se dirigieron todos caminando al centro de salud del pueblo y allí Toni, manteniéndose siempre en pie, esperó una ambulancia que lo trasladó al hospital de Son Llàtzer. En el hospital, aseguró ayer su madre «se han portado muy bien con nosotros y el equipo médico es increíble, tengo muchas esperanzas, aunque nos han dicho que hay que esperar 48 horas más para saber si hay rechazo al reimplante».