«La Paca», de espaldas con el poblado de Son Banya al fondo, concedió ayer una entrevista a este diario.

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PEP MATAS/JAVIER JIMÉNEZ
EMILIO LÓPEZ/GUILLEM PICÓ
Francisca Cortés Picazo tiene 51 años de edad y reconoce que durante «muchos años» se ha dedicado al tráfico de drogas desde el poblado de Son Banya. Es conocida como 'La Paca', jefa del clan más importante del poblado, y la mujer que aparece como la persona a la que presuntamente extorsionó el jefe de Atracos, que está ingresado en la cárcel de Palma. Por primera vez en su vida Francisca Cortés rompe el silencio y acepta, sin condiciones, conceder una entrevista. Habla de cuándo y cómo efectuó el pago al jefe de Atracos y a su compañera, dice tener «mucho miedo», y acaba con una frase lapidaria: «En Mallorca hay mucha corrupción, si yo hablara mucha gente importante iría a la cárcel». «La Paca» está en su casa de Son Banya y la entrevista comienza sin más preámbulos.

-Estos días la noticia es la presunta extorsión del jefe de Atracos, al que usted habría pagado una cantidad millonaria. ¿Qué puede decirnos del caso?
-Que es cierto. Aunque haya quien pueda pensar lo contrario, lo he pasado muy mal y tengo miedo, mucho miedo por todo lo que ha pasado.

-Pero miedo ¿por qué?
-Pues porque he grabado en una cinta la extorsión de un policía y la he entregado a un juez... ¿qué quieren que les diga?

-¿Conocía de antes al policía?
-Sí, de hace muchos años. Yo le contaba cosas en ocasiones que le ayudaban a resolver delitos, sobre todo atracos.

-¿Le había pedido dinero o se lo había dado usted antes de la extorsión?
-No, nunca. La primera vez ha sido por este caso.

-Cuente lo que ha ocurrido...
-Pepe (el policía) me dijo que un paraguayo nos había denunciado a mí y a mi familia porque a raíz del robo en el poblado le habíamos dado una paliza, y que si no se arreglaba esto nos podían meter a todos 20 años en la cárcel. Nada era cierto, fíjense que en la denuncia el paraguayo ese metió a un hijo mío que está paralítico, el pobre. Pero Pepe decía que eso iba a ir adelante y nosotros a la cárcel. Después me dijo que se podía arreglar...

-¿De qué manera se podía arreglar?
-Pues me aseguró que si le daba un dinero él podía hacer que el asunto se quedara en nada, vamos, que no iríamos a la cárcel.

-¿Y...?
-Pepe me pidió primero cuatrocientos millones de pesetas. Discutimos porque yo le dije que no tenía esa cantidad por todo lo que ha pasado en el juicio (el del blanqueo de capital), pues me ha costado mucho dinero. Pero él insistió que tenían que ser 400 millones (siempre en pesetas) y tuvimos varios encuentros y conversaciones sobre este asunto.