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MICHELS
La Policía Local de Andratx celebró ayer su fiesta de la patrona más convulsa, tras el escándalo de la detención del alcalde Eugenio Hidalgo y el celador Jaume Gibert.

A las doce, los agentes y el inspector Molina acudieron a una misa y después la comitiva, arropada por el alcalde accidental, Jaume Porsell, se dirigió al Ayuntamiento, donde en la explanada se habían colocado vehículos y equipos policiales.

Posteriormente, el primer edil entregó placas y trofeos a los agentes y los participantes y sus familias se desplazaron a un restaurante del pueblo.