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FAUSTO RAMOS
Dos sicarios de la mafia china han sido detenidos en Palma por extorsionar, agredir y esclavizar a dos compatriotas que habían huido de ellos en la Costa Brava.

Los dos chinos responden a los nombres de Feng L., de 42 años y Yonghun C., de 47, los cuales fueron puestos a disposición judicial. Dos jóvenes, hombre y mujer de la misma nacionalidad, habían sido captados en su país de origen por un grupo mafioso, ofreciéndoles trabajo digno en España. La pareja de jóvenes fue trasladada a la Península, concretamente a la costa Brava, donde existen numerosos restaurantes. Una vez en nuestro país les obligaron a trabajar 20 horas diarias en dicho restaurante así como realizar las labores domésticas en la vivienda del propietario del restaurante por 300 euros mensuales al objeto de sufragar la deuda contraída, que era de 15.000 euros.

La pareja era vigilada día y noche por la organización mafiosa al objeto de evitar su huida. En el tiempo en que estuvieron trabajando en dicho establecimiento sufrieron todo tipo de vejaciones, insultos y agresiones. La mujer, en uno de estos casos, sufrió la agresión violenta de la esposa del dueño del restaurante. Fue golpeada en el rostro y en la boca, con la pérdida de varias piezas dentales. Ante esta situación dramática, la pareja decide huir del lugar y se refugia en Palma. Una vez aquí consiguieron un trabajo digno en otro restaurante oriental, donde la situación cambió radicalmente y consiguieron estabilizar su situación personal y económica.

La tranquilidad duraría poco ya que la mafia china había conseguido localizar a la pareja fugada del restaurante de la Costa Brava. Varios sicarios interrogaron bajo amenazas y agresiones a familiares de los dos jóvenes en su país, consiguiendo la dirección actual de la misma. Poco después dos hombres de la misma nacionalidad se presentaron en el restaurante donde trabaja la pareja empuñando cuchillos de grandes dimensiones al objeto de agredirles y darles una brutal paliza. Gracias a la providencial intervención del propietario de dicho restaurante que avisó al 091 consiguió poner en fuga a los mafiosos.