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A.HERNÀNDEZ
El temporal y la fuerte lluvia que protagonizó la jornada de ayer provocaron que parte de la carretera que une Cala Carbó con Cala Molins, en el municipio de Pollença, se derrumbase por la tarde.

Las fuertes olas que chocaban contra la vía, que discurre paralela a la costa, y la intensa lluvia que cayó durante todo el día causaron el desprendimiento de algunas de las rocas del acantilado y, en consecuencia, unos diez metros del largo de la calzada se vinieron abajo. El lugar del tramo desaparecido, de aproximadamente un metro de ancho, fue precintado por efectivos de la Policía Local de Pollença, que acudieron de inmediato al lugar de los hechos.

Los agentes se vieron obligados a cortar el paso para evitar cualquier accidente y los vecinos de la zona tuvieron que retirar los coches que estaban aparcados cerca para evitar que, en caso de más desprendimientos, sufrieran algún daño.