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JUAN POYATOS
«Fue terrible, pensé que perdería la mano, luego llegué a pensar que la máquina me trituraría entero». Ernesto Martínez, el jóven que sufrió un accidente en una panificadora de Capdepera se recupera de las lesiones que sufrió en un mano y ayer contó desde la clínica cómo ocurrió el suceso y cómo se recupera de la reciente operación. Ernesto agregó: «El sistema automático no funcionaba, quise arreglarlo metiendo la mano para limpiar el piñón de la cadena, entonces la célula detectó el movimiento y la cadena avanzó, atrapándome. Lo peor es que cuando quise sacar la mano, al sentir el primer dolor, toqué el mando sin querer y accioné la máquina, se aceleró y entonces pensé que me trituraría entero. Rápidamente, con la mano que tenía libre, le di al boton de paro. Pero ya era tarde, mi mano estaba aplastada entre el piñón y la cadena, no podía sacarla. Entonces vino lo peor, no llegaba al teléfono, nadie oía mis gritos y sabía que estaría solo durante horas. Hice lo único que podía, agarré un destornillador que estaba a mi alcance e intenté desmontar la máquina, pero era imposible».

El panadero atrapado estuvo a punto de que la máquina le amputara la mano, pero mantuvo la calma, según explicó ayer Martínez: «También pensé en dejar allí la mano, tirar con fuerza y arrancarla, aunque conseguí sobreponerme, no me desmayé y esperé haciéndome un torniquete con un trapo que llevaba en un bolsillo, creo que eso paró la hemorragia».