José Gómez, instantes después de salir de la cárcel, el pasado miércoles por la noche. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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Un día después de la puesta en libertad de José Gómez y su compañera, el juez ordenó la excarcelación de otros tres implicados en el caso del robo de Son Banya. Se trata de dos hermanos de 'La Paca', Isidoro y Juan Cortés Picazo, y su sobrino Carlos Oscar Cortés, alias «El Charly». Su puesta en libertad se produjo tras el pago de fuertes fianzas. A la salida les esperaban cerca de 50 familiares y una flamante limusina alquilada por 600 euros para la ocasión.

El ex policía aseguró que su conversación con 'La Paca' se ha tergiversado, y ofreció su propia versión de la conversación registrada en la cinta. «Francisca Cortés era mi confidente, me ayudaba a resolver casos, pero en ningún caso llegué a extorsionarla. Solo me reuní con ella para negociar cómo se iban a entregar en los juzgados algunos de sus familiares tras el robo de varios millones en Son Banya. De esta manera evitaríamos la entrada de la policía en el poblado», aseguró el ex agente. «Sin embargo fue ella quien desvió la conversación y me dijo llorando: Pepe, los paraguayos me piden 350 millones de pesetas», prosiguió. El ex policía también quiso hablar de los incrementos de su patrimonio que se han ido descubriendo en la investigación de Asuntos Internos. Según Gómez, muchos de los inmuebles pertenecen a su compañera, y su propiedad es justificable. «Es mentira que María de los Àngeles comprara 17 pisos; además, la última propiedad está escriturada el 31 de marzo de este año, cuando el robo en Son Banya ocurrió el 18 de abril», explicó.

Entre los que aguardaban estaba la propia Francisca Cortés Picazo. Un fotógrafo de este periódico quiso captar la imagen de los familiares saliendo de la cárcel y subiéndose al vehículo de lujo, pero 'La Paca' le dijo que si fotografiaba el coche «no podría garantizar su seguridad».

Cuando los tres familiares salieron del centro penitenciario fueron jaleados por sus amigos y familiares. Después, los tres se metieron en el coche y desaparecieron rumbo a la ciudad.

EMILIO LÓPEZ VERDÚ
«Yo, de 'La Paca', no he cobrado ni un solo duro, porque soy un policía honrado». Con esta contundencia se expresaba ayer José Gómez, el ex jefe de Atracos de la policía que ha pasado el último mes y medio encarcelado bajo las acusaciones de blanqueo de capitales, cohecho, falso testimonio y omisión del deber de detener a delincuentes en el llamado 'caso Son Banya'.

Apenas doce horas después de salir de prisión, Gómez y su compañera sentimental, la abogada María de los Àngeles L.C., acudían a un bar de los alrededores de los juzgados de Vía Alemania, donde desayunaban en compañía de algunos familiares, a la vez que ojeaban la prensa buscando la noticia de su excarcelación.

Mientras su compañera sentimental se mantenía en un segundo plano, Gómez volvía a declarar su inocencia. «No os dáis cuenta, pero en este caso han pasado cosas muy extrañas; a mí me han metido por cojones en este caso para hundir mi carrera», afirmaba Gómez.

Gómez le dijo a 'La Paca' que eso era «una barbaridad» y que tenía que arreglarlo. «Yo no participé en ninguna negociación, simplemente le dije que tenía que hablarlo con los abogados para que fuesen ellos los que arreglasen esta cuestión. Pero no le exigí ni le pedí ningún dinero», explicó Gómez, quien prosiguió diciendo: «en Son Banya no puedes ser policía y pedir 'mordidas', porque durarías dos días y no podrías volver a entrar en el poblado nunca más. Además, 'La Paca' me contaba cosas y me ayudaba a resolver casos, por eso no podría haber cobrado nunca ni un duro. Además yo estuve en Son banya dos días antes de mi detención, solo», afirmó.

También criticó parte de las informaciones publicadas, diciendo que algunas son «filtraciones interesadas que no se corresponden con la verdad». «Me he pasado 40 días en la cárcel. Cuando tenga que hablar, lo haré en una comparecencia pública y os explicaré todos los detalles, pero ahora no puedo porque primero tengo que dar parte ante el juez», indicó el ex jefe de Atracos.