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Balears se desangra por sus carreteras. Y eso que la estadística de 2006 muestra un descenso del 7 por ciento con respecto a los fallecidos del año pasado. El principal problema es que, un año más, se ha superado el centenar de víctimas mortales sobre el asfalto.

A un día para cerrar el año los números se muestran crueles: 102 personas (36 de ellas jóvenes de menos de 30 años) se han dejado la vida en atropellos y accidentes. En 2005 fueron 110, es decir, un 7 por ciento menos, pero ni la Jefatura Provincial de Tráfico ni la Guardia Civil considera que lo datos pueden ser considerados «positivos».

Sólo un dato invita a la esperanza: desde 1995 la estadística anual más baja de fallecidos era de 108 y ahora, en 2006, es de 102. «Lo que está claro es que cuando hablamos de un centenar de personas perecidas en siniestros de tráfico sólo se puede decir que la cifra es muy alta, aunque en realidad lo sea menos que otros años. Son demasidas familias rotas», apuntó un experto en seguridad vial de la Guardia Civil de Palma.

La implantación del carnet por puntos, en verano, también se ha notado en los números, pero todavía es insuficiente. El segundo semetre de 2005 comparado con el mismo período de 2006 arroja diez muertos menos en las carreteras, aunque desde la DGT se matiza que se trata de sólo seis meses analizados, «un tiempo insuficiente para sacar conclusiones». De los 102 víctimas mortales de este año llama la atención que 84 son varones y 18 mujeres. En cualquier caso, la estadística de la Jefatura Provincial de Balears sólo contabiliza los fallecidos hasta 24 horas después de producirse el accidente, por lo que en realidad el número es mucho mayor porque al menos una docena de persona murió en hospitales días, semanas y meses después de sufrir el siniestro. Otro dato que revela el resumen anual de Tráfico es que la mayoría de choques, atropellos y caídas ocurrieron en horario diurno.

Un número muy elevado de las víctimas mortales de 2006 no utilizaba el cinturón de seguridad, en el caso de los conductores, ni el casco, en los motoristas.