Los hechos sucedieron a la altura de un semáforo de la calle Joan Alcover, cuando el vehículo policial se puso a la altura del coche que conducía el detenido. Los agentes observaron que la ventanilla estaba bajada y que el conductor iba fumando un «porro». Además del joven experto en artes marciales, en el vehículo viajaban un hermano de Juan Carlos, menor de edad, y dos niños pequeños. Los agentes adelantaron al vehículo del hombre, cruzaron su coche para hablar con el conductor y se identificaron como policías.
El arrestado, lejos de obeder las órdenes de los agentes, se bajó del vehículo y se encaró con los policías, a los que comenzó a agredir al cabo de unos instantes. Mientras tanto, otro agente fuera de servicio que estaba presenciando los hechos se acercó para ayudar a sus compañeros.
Entre los cuatro se enfrentaron al agresor, que no paraba de darles golpes.
De hecho, del resultado de la acción dos de los tres agentes resultaron lesionados, con traumatismo múltiples y diversas contusiones, y han sido dados de baja para el servicio hasta tanto se recuperen de las lesiones sufridas.
Ante el hecho, los integrantes de otra patrulla policial se personaron en el lugar para auxiliar a sus compañeros procedieron a la detención del agresor.
El traslado de los detenidos se realizó hasta el juzgado de Menores, donde prestaron declaración.
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