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EMILIO LÓPEZ VERDÚ
Amet M., el argelino que intentó matar a tiros a un policía con su propia arma reglamentaria, será juzgado el próximo viernes en la Audiencia. El fiscal le acusa de delitos de lesiones y de un homicidio en grado de tentativa, por los que solicita 11 años y tres meses de cárcel y 10 años de alejamiento hacia su ex novia.

El origen del altercado está precisamente en una discusión con su ex pareja, que tuvo lugar el 22 de enero del año pasado en la casa que ambos compartían en la calle Bonaire de Palma. En este primer episodio, Amet la golpeó con tal dureza que la mujer tardó dos meses en sanar. Entre otras secuelas, la chica sufrió la perforación de un tímpano, hemorragia en un ojo y varias contusiones. Tras la agresión el hombre se fue, aunque regresó al cabo de tres días.

La mujer, que estaba en un frágil estado de salud, no pudo evitar que Amet la golpease nuevamente y que le quemase su documentación. Sin embargo, la chica se las arregló para salir del piso y encerrar en su interior al hombre.

La mujer acudió entonces a la Jefatura de Policía, situada a unos 200 metros, y denunció lo sucedido. Mientras tanto, el agresor había logrado escapar de la casa descolgándose peligrosamente desde un balcón hasta el inferior. Después se dirigió hacia la calle, aunque se las arregló para acceder a la finca y llegar hasta el piso superior.

Cuando la chica llegó, acompañada de un agente, Amet apareció en la casa y protagonizó un duro forcejeo con el policía, al que arrebató su arma reglamentaria. Acto seguido le apuntó al pecho y realizó varios disparos, aunque el arma no detonaba debido a que el policía le había puesto el seguro. El magrebí escapó de la casa y, durante varias horas, decenas de agentes del CNP y la policía local peinaron el centro de la ciudad en su búsqueda.

Finalmente, Amet regresó a la casa y fue detenido. Se trata de un hombre con numerosos antecedentes policiales, con varias identidades falsas y que incluso ha estado implicado en un homicidio.