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La Audiencia de Palma ha estimado en 51.300 euros la indemnización que deberá recibir una mujer de una clínica mallorquina y de un presunto cirujano plástico -en paradero desconocido- por las lesiones y daño moral emanados de una defectuosa operación de estética mamaria.

Los hechos se remontan a septiembre de 1999, cuando la demandante -previo pago de 600.000 pesetas- fue sometida a una operación de implante mamario, tras la que hubo postoperatorio incidental; una segunda intervención, siete días después, tras la que persistió el dolor por «desplazamiento pectoral», y una tercera en febrero de 2000 que tampoco logró corregir las deficiencias, todas ellas el centro médico objeto de la demanda.

Corrigiendo la sentencia que en primera instancia condenó únicamente al autor de la operación de implante de prótesis en los pechos, la Audiencia estima la responsabilidad del centro médico, en cuyas instalaciones se realizó no sólo la fallida cirugía y otras posteriores para paliar los daños, sino los actos médicos previos, incluida una primera entrevista informativa.

La paciente precisó en los meses posteriores -ya en otro país y por cirujano acreditado-, una cuarta operación para retirada de los implantes problemáticos y una quinta para reimplantes de silicona, y no fue considerada en perfecto estado físico hasta diciembre de 2001.

Un testigo médico confirmó en el juicio las serias complicaciones surgidas desde la primera intervención, así como de una importante necrosis de origen infeccioso, por la deficiente técnica quirúrgica aplicada.

La Audiencia palmesana asume ahora que la mujer sufrió, además de lesiones corporales, secuelas estéticas y sexuales muy importantes debidas a la deformidad resultante de sus mamas, asimétricas y desiguales.