El acusado responde a las preguntas de la fiscal, ayer en la Audiencia. Foto: E.L.V.

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Un hombre de 53 años residente en Gomila, E.L.M., fue juzgado ayer en la Audiencia Provincial acusado de abusar sexualmente de dos jóvenes sordomudos, uno de ellos menor de edad, en marzo de 2006. El juicio estuvo plagado de declaraciones sorprendentes y contradictorias. La primera de ellas fue la del propio acusado, quien se declaró inocente y afirmó estar en contra «de todo el trajín de los maricones», a pesar de que posteriormente una de las víctimas admitió que las relaciones fueron consentidas. El hombre, que vive en una calle de Gomila cercana a varios pubs de ambiente homosexual, explicó que tiene una cámara instalada en su casa enfocada hacia la calle «para controlar y echar a la chusma y gentuza que se pasea por el barrio».

Según su versión, todo comenzó cuando se formó un tumulto en la calle y la policía local detuvo a un joven. Al poco tiempo llegaron las dos víctimas, que en su opinión «iban un poco sensuales».

Una de ellas había perdido su teléfono móvil y él les dejó subir a su casa. Como era muy tarde, también les permitió dormir en su casa.

Allí se encontraba uno de sus hijos durmiendo en un sofá, tal y como luego confirmó una de las víctimas.