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EMILIO LÓPEZ VERDÚ
Una mujer fue condenada ayer por introducir en Mallorca casi un kilo de cocaína de gran pureza y que llevaba escondida en dos botes de aerosol. La acusada, Elizabeth Edith G., reconoció ayer en el juicio que «sabía que llevaba droga, pero no era consciente porque era adicta», según sus propias palabras. La mujer fue detenida el 13 de junio de 2006 en el aeropuerto de Son Sant Joan cuando regresaba de un vuelo desde Buenos Aires con escala en Madrid. La policía la interceptó y registró su equipaje. En su interior llevaba dos botes se aerosol con la inscripción «Spray Fissante» y «Roby Hair», que ocultaban 821 gramos de cocaína con una pureza superior al 80 por ciento, valorada en cerca de 100.000 euros.

El caso de esta correo es otro ejemplo más de los ejercicios de imaginación que utilizan los 'narcos' para transportar la droga. En los últimos meses, la Audiencia también ha juzgado a «correos» que escondían cocaína en zapatillas deportivas, cajas de pescado o adosada al cuerpo con cinta de embalar, y utilizando «Vicks vapor up» para disimular su olor.

La fiscal pedía 12 años de cárcel para Elizabeth, aunque su abogada llegó a un acuerdo para que finalmente aceptara seis años de prisión, además del pago de una multa de 200.000 euros.