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JAVIER JIMÉNEZ
La culpa fue de un 'porro'. La Guardia Civil ha esclarecido el incendio que en enero devastó un hotel de Magaluf y ha detenido al vigilante del establecimiento por arrojar al suelo un 'canuto' que a la postre originó el fuego.

La investigación, que ha durado semanas, ha sido compleja porque la planta baja del hotel Los Mirlos quedó completamente devastada. Sin embargo, el visionado de las cintas de seguridad fue de gran importancia para desvelar lo ocurrido. Desde el primer momento se descartó que el fuego hubiera sido intencionado, ya que no se detectaron acelerantes ni ningún acceso al recinto había sido forzado. Se pensó, entonces, en un cortocircuito, que al final no fue tal. El edificio estaba en reformas y en la madrugada del siniestro, ocurrido el último día de enero, lo custodiaban dos vigilantes. Uno de ellos, el ahora acusado, ha reconocido que estaba fumando un 'porro' en un área prohibida y que se asustó al ver que su jefe de seguridad se acercaba y lo lanzó al suelo. Luego salió de esa estancia, disimulando, y al poco tiempo las llamaradas se extendieron por toda la planta baja.

Mesas, sillas, vidrieras y otros efectos quedaron devastados por el fuego, que fue controlado por dos parques de bomberos a primera hora de la mañana. Los daños materiales están valorados en dos millones de euros.

El detenido se encontraba recluido ayer en las dependencias de la Guardia Civil y hoy está previsto que pase a disposición judicial. El joven ha expresado su arrepentimiento por lo ocurrido y se ha demostrado que no había ninguna intencionalidad de provocar aquel desastre. Durante el interrogatorio ha reconocido que esa madrugada fumaba un 'porro' y que se desprendió de él rápidamente, sin tener en cuentas las consecuencias de su acción.