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MARTA MEDRANO
El juez del Juzgado de Instrucción número 4 de Inca, Carlos Martínez Uceda, decretó ayer prisión comunicada sin fianza para A.G., el director de la escuela de disminuidos Per Envant, a quién se le imputan los delitos de falsificación, estafa y delito contra los trabajadores.

A. G. llegó al juzgado de Inca y declaró en presencia de una fiscal desde las diez de la mañana hasta las tres de la tarde. El juez decretó ayer secreto de sumario, por lo que resultó imposible saber qué se le preguntó. En cualquier caso, A. G., una persona muy conocida en Inca, sí declaró a la prensa que no se había lucrado con los cursos. «Llevo un Opel abollado, tengo la misma casa que hace años y cobro un sueldo; si quieren demostrarlo que investiguen mi patrimonio y verán que no dispongo de 600.000 euros», apuntó ayer, y dijo sentirse víctima de una revancha.

«Quién me ha puesto la denuncia quería que le despidiera para poder cobrar y yo me negué», añadió. Menos elocuente fue la encargada del taller, M. C. , a quién el juez dejó ayer en libertad con cargos y cuya declaración no se realizó en presencia de la fiscal. Su abogado defensor, Lluís Ferrari, dijo que los delitos que se imputan a su clienta tienen una base «etérea», aunque dado el secreto de sumario eludió entrar en detalles.