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EFE-SANTA CRUZ DE TENERIFE
Familiares de las víctimas del accidente en el aeropuerto tinerfeño de Los Rodeos, la mayor tragedia aérea de la historia con 583 fallecidos, conmemoraron ayer el 30 aniversario de la catástrofe en un acto que simbolizó «el homenaje y la esperanza» de que el horror no vuelva a repetirse. Los actos en recuerdo de las víctimas de la colisión entre dos aviones de la KLM y Pan American Airlines unieron en el Auditorio de Tenerife a familiares de las personas fallecidas y de los 60 supervivientes, en su mayor parte holandeses y estadounidenses, así como a representantes de las instituciones de dichos países. La conmemoración fue organizada por la Fundación de Parientes de las Víctimas del Accidente Aéreo de Los Rodeos, que preside el holandés Jan Groenewoud, quien perdió a siete miembros de su familia en la catástrofe, entre ellos sus padres y dos hermanas.

Adán Martín, dijo en su intervención que 30 años después el recuerdo lo comparten los familiares de las víctimas y el mundo entero como homenaje a los que perdieron la vida en la isla y también como esperanza, pues aquel accidente marcó «un antes y un después» en las normas de seguridad de los aeropuertos de todo el planeta. «Desgraciadamente los 583 fallecidos de aquel día fueron el aldabonazo que removió las normas en la Aviación Civil y el desgraciado tributo que ha hecho posible que técnicos, especialistas y expertos mundiales puedan asegurar que aquella tragedia jamás podrá repetirse», dijo Martín. El accidente de Los Rodeos jamás podrá ser olvidado por el pueblo de Tenerife y permanecerá «en la retina y en la memoria colectiva de los tinerfeños como la desdicha más grande a la que han tenido que enfrentarse», añadió el presidente canario.