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EMILIO LÓPEZ VERDÚ
Un joven argelino fue juzgado ayer en Palma por agredir a varios policías y proferir extrañas e inquietantes amenazas. El altercado se produjo el 12 de julio de 2005, cuando Karin H. deambulaba por la calle Joan Miró, ebrio y sin camiseta. El joven intentó huir pero fue reducido por varios agentes e introducido en un coche patrulla, donde pateó la puerta mientras gritaba cosas como: «me cago en el Rey y en la Reina. Conmigo me llevaré a mucha gente. Soy el seguidor número uno de Bin Laden, este país es nuestro porque es musulmán y vosotros sois unos invasores», afirmando también que se iba a «inmolar en un centro comercial».

Una vez en la celda de Jefatura, se dio de cabezazos contra el suelo y tuvo que ser reducido por cinco agentes, sedado y trasladado a Psiquiatría de Son Dureta, donde el médico dijo que sufría intoxicación etílica y por cannabis.

El acusado pidió perdón por sus insultos a los Reyes, afirmando que «los quiero mucho» y que no sabe «cómo pude decir esas cosas».

El fiscal pide un año y medio de cárcel por el delito de atentado y faltas de lesiones y daños, sustituible por la expulsión de España. En su relato, afirmó que las expresiones del acusado «resultan ofensivas contra todos los ciudadanos de este país, van contra la dignidad de quien nos representa y contra la policía».